Esta etapa de los 0 a los 3 años es una de las más
importantes de la vida y es en estos años donde se empiezan a asentar las bases
del futuro adulto, por eso es importante crear un ambiente donde el niño pueda
desarrollarse de manera saludable.
La casa de la madre de día da al niño la oportunidad de permanecer en un hogar durante el tiempo que los padres están trabajando y le proporciona un espacio donde se siente seguro y querido, en el que se encuentra como en su propia casa, con un ambiente relajado, donde se respetan sus ritmos, necesidades y emociones, y en el que se establecen vínculos afectivos y de confianza. No sólo se atiende a los niños en el aspecto físico (alimentación, higiene, sueño) sino también en el aspecto emocional.
Ser un grupo reducido de niños posibilita a la madre de día la observación atenta de los pequeños y poder saber así en qué etapa evolutiva se encuentran para proponerles actividades o materiales que sean interesantes, atractivos y que les sirvan para ir desarrollándose cognitiva y emocionalmente.
Las madres de día son una figura de acompañamiento de la infancia muy extendida en Europa, así en países como Francia (assistance maternal), Inglaterra (childminders), Alemania (Tagesmutter) o Suiza (amans de jour), casi no se destina presupuesto para guarderías públicas, el Estado prefiere invertir en las Madres de día.
En definitiva las Madres de día son un verdadero segundo hogar, alguien que acompaña, acoge, cuida, observa, respeta, comprende, consuela, se emociona, disfruta…
Una madre de día es alguien que está.
La casa de la madre de día da al niño la oportunidad de permanecer en un hogar durante el tiempo que los padres están trabajando y le proporciona un espacio donde se siente seguro y querido, en el que se encuentra como en su propia casa, con un ambiente relajado, donde se respetan sus ritmos, necesidades y emociones, y en el que se establecen vínculos afectivos y de confianza. No sólo se atiende a los niños en el aspecto físico (alimentación, higiene, sueño) sino también en el aspecto emocional.
Ser un grupo reducido de niños posibilita a la madre de día la observación atenta de los pequeños y poder saber así en qué etapa evolutiva se encuentran para proponerles actividades o materiales que sean interesantes, atractivos y que les sirvan para ir desarrollándose cognitiva y emocionalmente.
Las madres de día son una figura de acompañamiento de la infancia muy extendida en Europa, así en países como Francia (assistance maternal), Inglaterra (childminders), Alemania (Tagesmutter) o Suiza (amans de jour), casi no se destina presupuesto para guarderías públicas, el Estado prefiere invertir en las Madres de día.
En definitiva las Madres de día son un verdadero segundo hogar, alguien que acompaña, acoge, cuida, observa, respeta, comprende, consuela, se emociona, disfruta…
Una madre de día es alguien que está.
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